miércoles, 2 de diciembre de 2015

Terapia de pareja ¿para qué?



Cuando uno de los miembros de la pareja (o ambos) siente que el matrimonio le pesa, está claro que hay un problema. Igualmente, cuando a uno de los dos le ronda por la cabeza la idea de la separación, o cuando siente algo por otra persona, aunque no llegue a engañar a su pareja, hay un problema. Cuando la comunicación entre ambos se convierte en algo difícil, la pareja, o uno de los dos, puede sospechar que hay un problema.

Estas situaciones son señales de alarma para actuar.

Detectar posibles problemas entre la pareja es fundamental y de ello depende la estabilidad de la familia en su conjunto.

La mayor parte de nuestros problemas y satisfacciones tienen que ver con nuestras relaciones interpersonales. Es cierto, que las personas somos interdependientes, que necesitamos el apoyo y los recursos de los demás. Por eso vivimos juntos, en pareja, en familia y en comunidades.

Es lógico que en esta situación de interdependencia no siempre salgan las cosas como nos gustarían; no siempre nuestros deseos pueden ser satisfechos y va a haber frustraciones.
Si a eso le añadimos que no siempre sabemos expresar adecuadamente nuestras diferencias y utilizamos experiencias cargadas de emociones y sentimientos que sólo agravan la situación, ya tenemos servido el conflicto.

Dado que los conflictos son inevitables, la postura más adecuada para enfrentarlos es aceptar su existencia como algo normal y  aprender a manejarlos de forma constructiva. Y cuando nos acostumbramos a actuar de esta forma obtenemos muchas ventajas ya que aumentan notablemente nuestras probabilidades de lograr nuestros deseos y objetivos, mejoran nuestras relaciones, aumentando el apoyo y la confianza mutua, el aprecio y la cooperación, lo que repercutirá en el bienestar de todos.

En muchas ocasiones lograr esto requiere de un cambio de actitud por una o ambas partes para evitar o reducir la intensidad de ciertos conflictos, cediendo en aquello que no sea importante para nosotros, controlando nuestra expresión de emociones hostiles susceptibles de ser malinterpretadas y dialogar, buscando soluciones negociadas que nos permitan llegar a compromisos aceptables y satisfactorios para todos.


La Terapia de Pareja ayuda a las parejas, casadas o no, a entender y a resolver los conflictos y a mejorar su relación. Proporciona las herramientas necesarias para potenciar la comunicación y utiliza técnicas de resolución de conflictos facilitando la negociación de las diferencias existentes en el seno de la pareja. 

No todas las parejas son iguales, ni tienen los mismos problemas, y para conseguir una intervención eficaz, se busca crear un marco apropiado para conocer las necesidades de los miembros de la pareja, identificar los problemas y ayudarles a resolverlos, cambiando, aceptando o mejorando ciertas pautas de comportamiento, emocionales y de comunicación, creando las condiciones para renegociar normas, roles y creencias que conduzcan a una nueva relación más adaptativa y satisfactoria.

Cuando esto no es posible y se percibe que la ruptura es la única opción se acompaña a la pareja rota en dos procesos distintos, elaborar el dolor de los hechos que provocan la ruptura y el proceso de ruptura en si mismo, ayudando a los miembros de la familia a entender y a adaptarse a su nueva situación, priorizando el bienestar de los hijos menores cuando los hay.







Cristina Enseñat Forteza-Rey
Psicóloga General Sanitaria
Orientadora Familiar

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